La respiración, el infinito movimiento, que mantiene la vida se sostiene en el corazón. No solo en el corazón físico...
Que nuestra mente racional que necesita racionar o fragmentar nuestra inteligencia para el entendimiento, se unifique en este período, en el que transitamos, para que unificada pueda entrelazarse a la mente divina y adquirir nuevo conocimiento. Aprendamos a incluir i no a excluir porqué sabemos que todo está relacionado. No intentemos dejar de lado, nada. Todo, forma parte de la vida y la vida es una sola.